
Finalizando uno más de los escasos y tan dichosos días que puedo compartir con ella, aquella que hasta ahora quizás es quien tuvo la mayor trascendencia en mi vida, años atrás, y posiblemente hasta ahora, quizás. Y alejándome ahora de su sitio, por esta vez, esperando volver pronto. Acercándome también al lugar de aquella otra, que me marcó pocos años atrás de forma indeleble con un beso, un siete de noviembre, con el que finalizó una etapa en mi vida, con el que creí comenzar algo totalmente nuevo y hermoso, para luego caerme de la cima a la sima, para que saliera de aquel sueño cinco días después, con mucho dolor, pero no igual, jamás volvería ser igual…
Tan solo sigo, de regreso a mi lugar, y se inicia una melodía hermosa, que hizo recordarme alguna vez el corretear cuando niño, el esconderse tras un muro de aquella chiquilla, el jugar con los demás niños, y el imaginar que alguna vez lo hice con ella, con la misma libertad que en los programas infantiles, y que nos mirábamos tan solo por una felicidad lúdica. Y el imaginar que fue con ella, justamente ella, de la que en ese momento ya me alejaba también; cuando un día me dedicó esa canción, sin saber mucho de mi manía por la música, la cual quedaría marcada con ella, con la que volvería la misma imagen, cada vez que la escuchara, con la que no la olvidaría jamás. Y es que aunque no fuera por ese sonido, siempre la recordaría… con esa simple felicidad que provee el recuerdo de algo muy lindo… con el que solo sonríes… :)
Es cuando, libre de más emociones, empiezo a pensar, qué tema abordar, con qué iniciar este experimento, con qué llenar este pequeño vacío, con qué?… tras haber pensado vagamente en algunas ideas, tras haber discutido sobre cómo debería llamarlo, sin saber el nombre aún, solo saber del autor, sin saber escribir, sin haber leído casi nada, con mucha inquietud, recordando aquella que me incitó este ánimo, recordando la imagen de su sonrisa, pues en verdad sin ella no estaría aquí… y es cuando una canción me dice: “… sin protestar, sin decidir, sin prejuiciar, solo sentir… sin decretar, sin reprimir, sin objetar, solo sentir”… y es que tenía que ser de una de mis bandas de toda la vida, para toda la vida, de una de las películas más célebres de mi vida adolescente, y con mucha trascendencia. De un grupo de personas al que tengo una fe antelada, pues esta y muchas veces me han dado una pequeña alegría, me dan luz en esos pequeños momentos, y el darse cuenta del resto es solo cuestión mía, el dejarme llevar…
Y es cuando me doy cuenta, que todo esto comenzó justamente allí… a las 7.50 pm, sin ningún lapicero, sin nada donde escribir, sin tema de que hablar “solo sentir” para plasmar tres horas más tarde, lo que aconteció en aquellos 20 minutos, en poco más de una hora, con la misma sensibilidad, las mismas melodías, el mismo ritmo, las mismas ganas, de aquel momento, solo un momento, sin mayores complejidades ni circunstancias extremas, algo que ciertamente debería pasar desapercibido… por lo que por todo esto, sea quien sea que haya soportado y llegado hasta este momento de lectura… bienvenido a mi blog :), prometo no escribir siempre así…